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Los inventores deberían tener miedo de la estupidez filistea del público consumidor, que no les permitirá entender, comprender y percibir adecuadamente la naturaleza, las capacidades y las limitaciones de la IA, y les generará (ya está generando) delirios, temores y conclusiones erróneas. A su vez, la noticia de que un país tiene una ventaja militar técnica en forma de tecnología de sistemas inteligentes y en desarrollo (al menos en teoría) desestabilizará las relaciones políticas entre todos los países. La paranoia de las poblaciones y los gobiernos surgirá y crecerá. Los inventores de la IA serán "capados" de golpe y no se les dará ninguna libertad. No podrán viajar por el mundo, ir de vacaciones sin seguridad ni vigilancia, llevar una vida normal.
A primera vista, este escenario parece producto de una excitación y unos temores ridículos, pero imaginemos qué ocurre si nos convertimos en los inventores de la IA. Desglosemos nuestras acciones y sus consecuencias para nosotros y los que nos rodean.
1. Se nos ocurre la tecnología de un sistema informático "inteligente" y autodesarrollado, nos entusiasmamos y decidimos crear una empresa.
2. Hicimos pública nuestra empresa y demostramos cómo funciona esta creación. Todo el mundo en la sala estaba "asombrado" (como en la primera presentación del iPhone, pero varias veces más intensa).
3. la noticia se difunde instantáneamente en los medios de comunicación internacionales, nos convertimos al instante en una estrella, nos invitan a programas de entrevistas, nos entrevistan, nos bombardean con preguntas y cumplidos.
4. 4. Aparecen los que quieren comprar nuestra tecnología o empresa, o simplemente contratarnos por un precio elevado. Nuestra felicidad no tiene límites.
5. Conseguimos la atención de varios gobiernos. Se dan cuenta de que nuestra tecnología puede tener una enorme importancia militar y económica y que es necesario hacerse con ella. La forma más rápida de hacerlo es el estado en el que viven los inventores. Su gobierno sabe que no puede permitir que la empresa se venda a representantes extranjeros y que es urgente clasificar el invento. Pero, la primicia ya se ha dado y la noticia se ha filtrado al mundo.
6. Los representantes de los círculos militares y políticos del Estado llegan a un consenso sobre esta cuestión y deciden ponerse en contacto con la empresa, pero sobre todo tomar todas las medidas necesarias para detener la difusión de información relativa a la nueva IA e impedir que los inventores (nosotros) la hagan pública. Se dan cuenta de que los inventores se han convertido en objetos de interés para otros estados y sus servicios de inteligencia, y tratarán de actuar para obtener la tecnología ultra importante para ellos.
7. La compañía se ve atrapada en un anillo de intensa atención militar y política de su propio país y de otros, se les lleva "bajo el radar" y se imponen nuevas y duras reglas, donde no hay gloria de color de rosa y una vida relajada en la playa en el océano, sino una vigilancia constante de cada movimiento desde todos los lados, y la amenaza de la vida de los espías extranjeros. La paranoia irrumpe en su existencia y destruye sus optimistas esperanzas de una vida despreocupada y un futuro sin nubes. Ya no les preocupa. Empiezan a darse cuenta de lo que les espera.
8. Un país que posea tecnología de IA (especialmente si no es una superpotencia) estará sometido a una enorme presión económica e informativa externa. Se le acusará de agresiones, atentados, ataques a servidores, bancos o estaciones espaciales por parte de su IA, y le lloverán las provocaciones. La guerra híbrida en todos los bandos para disuadir y minimizar la ventaja tecnológica de un país en particular aumentará la atención sobre los desarrolladores de IA. Si la presión "suave" no ayuda, buscarán pretextos y oportunidades para la invasión militar, el golpe de Estado y la desestabilización de la sociedad. Pueden planear sabotajes y ataques terroristas a escala mundial.
9. Al final, un país no podrá oponerse al mundo y transferirá la tecnología a otras potencias. Se iniciará una nueva revolución tecnogénica y un movimiento hacia la automatización. Millones de personas perderán sus puestos de trabajo, sus profesiones, sus sueños de realización en el negocio que aman. El malestar de las masas crecerá y su odio a la IA resonará. Nadie sabrá qué puede y qué no puede hacer exactamente la IA, todos creerán que ÉL es el culpable de la pobreza y la miseria. La multitud nunca tendrá sentido común y una comprensión adecuada de las capacidades de la IA, mientras que la propia creencia en su omnipotencia permitirá a las masas responsabilizar a los inventores de la inteligencia artificial de cualquier mal - serán "pintados" como los enemigos de la humanidad.
Este es el sombrío panorama. Por eso he dicho "sujeto de la lepra" ("maldito" es aún mejor).
Ese es el sombrío panorama que se ha presentado.
Un buen ejemplo del síndrome de Elsa inteligente)
Buen ejemplo del síndrome de Elsa inteligente)
Gracias por al menos ese comentario sobre el tema).
Este es el sombrío panorama que surgió. Por eso dije "el tema de los leprosos".
Lacriptografía también, si nadie la desentraña, la capucha está asegurada)
La criptografía también, si nadie la descubre, el tapón está asegurado)
El problema es que la propia IA puede ser limitada en cuanto a su autoaprendizaje y capacidades, pero la gente no entenderá la explicación y sus mentes verán la imagen de unmonstruo digital invencible que todo lo ve y todo lo sabe. Nadie podrá hacer cambiar de opinión a las multitudes ignorantes.
El problema es que la propia IA puede ser limitada en su autoaprendizaje y capacidades, pero la gente no entenderá las explicaciones y sus mentes verán la imagen de unmonstruo digital invencible que todo lo ve y todo lo sabe. Nadie podrá hacer cambiar de opinión a las multitudes ignorantes.
El problema es que la propia IA puede ser limitada en su autoaprendizaje y capacidades, pero la gente no entenderá las explicaciones y sus mentes verán la imagen de unmonstruo digital invencible que todo lo ve y todo lo sabe. Nadie podrá hacer cambiar de opinión a las multitudes ignorantes.
El José de Schumpeter al rescate. Allí escribió algo sobre la autoorganización del Estado.
Sin embargo, a medida que vayamos pasando por etapas de crecimiento tecnológico, el empleo de las personas disminuirá exponencialmente y esto también es irreversible.