Aprender a manejarse con el dinero debe ocurrir desde los niños. Pues, es fundamental para nuestra formación como personas. Pero en el mundo real no siempre es así.
Un informe de la OCDE, publicado este verano, reveló que la educación financiera de los quinceañeros está lejos de ser perfecta. Según el documento, el 70% de los alumnos de secundaria no reciben ninguna educación financiera, y más de un 75% de los profesores no han recibido ninguna formación específica.
- La primera cosa que es necessario explicar a nuestros hijos es de dónde viene el dinero: que hay alguién que trabaja y lo trae a la casa. Dinero es algo que cuesta trabajo obtener, que puede acabarse y cuándo se acaba, no hay más.
- También, es fundamental que los niños sepan distinguir lo que quieren de lo que necesitan, así como a ser críticos con la publicidad y las marcas. Esto, sobre todo, se demuestra con el ejemplo, y haciendo partícipes a los niños de nuestras acciones. Por ejemplo, cuando vamos a la compra, bedemos explicar por qué elegimos comprar una cosa y no otra, y por qué una marca y no otra. Más tarde, es posible incluir a los niños en las decisiones, desafiándoles a elegir con prudencia entre varias opciones.
- Poder utilizar lo aprendido en la práctica es vitalmente importante. Un consejo, según la Comisión Australiana de Valores e Inversiones, es, a la hora de hacer una pequeña compra en efectivo, dar al niño el dinero para que pague y reciba el cambio. Así aprenderá lo que vale cada billete y cada moneda.
- La paga es el momento en el que puedan administrar su propio dinero. La paga puede ser una forma de empezar a dejar sus propios gastos en sus manos, aunque sí debería incluir lo suficiente para que pueda ahorrar.
- El recurso finanzasparatodos.es, parte del Plan de Educación Financiera organizado por la CNMV y el Banco de España, incluye una calculadora para ayudar a los niños a establecerse un presupuesto. Dentro del objetivo de educar con el ejemplo, es fundamental que una vez establecido un presupuesto, el niño tenga que ajustarse a él.
- Proponer al niño un objetivo es una buena forma de enseñar las virtudes del ahorro. Eso puede ser un pequeño juguete o una pieza de ropa, y ofrecerle ir juntando cada semana (mejor si es algo relativamente barato, así podrán cumplir su objetivo en un tiempo suficiente para no perder el interés). Hay herramientas que permiten a los niños calcular por cuánto tiempo tardarían en comprar lo que quieren. Otra idea es tener una hucha transparente —como, por ejemplo, un tarro— en el que puedan ver como el dinero va acumulándose, lo que puede ser un incentivo para seguir ahorrando.