Si Empresas Polar era grande antes, cuando la tomó Lorenzo Mendoza se volvió gigante.
El empresario venezolano –ahora en la mira de la justicia al ser acusado de traición a la patria– tenía menos de 30 años al asumir en 1992 la presidencia de la productora de alimentos y bebidas más grande de Venezuela.
Recién llegado de Estado Unidos, el joven Mendoza pronto amplió el portafolio de la compañía y la expandió al exterior.
Pero fue durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y su sucesor y actual presidente, Nicolás Maduro, que Mendoza se volvió un actor clave en la política venezolana.
Aun así él se resista a ser parte del intrincado juego político del país sudamericano.
"Traición a la patria"
En la última de varias arremetidas del oficialismo en su contra, Mendoza ahora es acusado de usurpar las funciones del presidente y traicionar a la patria.
Eso, después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, divulgara la grabación de una conversación telefónica en la que el empresario habla de la posibilidad de que Venezuela acuda a pedir ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Maduro pidió una investigación y ahora la bancada de diputados oficialista lo denunció ante la Fiscalía.
"Rechazo contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana", comunicó Mendoza esta semana.
Constitucionalistas críticos del gobierno añadieron que la conversación –con el economista Ricardo Haussman– fue obtenida de manera ilegal y en ella solo ejercían el derecho a la opinión.
A dos meses de unas elecciones parlamentarias a las que el oficialismo llega afectado en las encuestas por los gajes de una dura crisis económica, muchos ven la arremetida contra Mendoza como una estrategia de buscarle culpable a la escasez y la inflación.
Enemigo del chavismo
Lorenzo Mendoza representa para el chavismo todo lo que su ideología socialista, nacionalista y antiimperialista desprecia.
Vestido como un monarca del siglo XVI, los blogs chavistas lo pintan en sus ilustraciones y perfiles como aquel "hijo de papi" sin raíces populares que heredó una gran fortuna y se dedicó a ensancharla desde una oficina.
"El hombre practica la dieta anti-Polar, es decir, que evita escrupulosamente consumir los principales productos que fabrican sus empresas", dice uno de estos perfiles.
El chavismo ve a Mendoza como una figura central de ese gremio empresarial que en 2002 subió al poder tras un golpe militar que sacó a Chávez por 48 horas.
En 2003, ese mismo gremio promovió un paro petrolero que hundió al país en una crisis económica.
Ambos episodios marcaron al chavismo, y el empresariado –del que supuestamente Mendoza es un líder– nunca fue perdonado.
Productora de la dieta del venezolano
Polar y el chavismo, sin embargo, han tenido que trabajar juntos durante estos 16 años de revolución, porque de esta empresa salen la gran mayoría de productos que consumen los venezolanos.
Aquellos productos que, a un precio regulado por el Estado, le han permitido al gobierno reducir significativamente los índices de desnutrición en Venezuela.
Precisamente por ser la productora de esos alimentos que son esenciales en la dieta de los venezolanos y que en los últimos años se han vuelto cada vez más escasos, Polar es un blanco de ataques constante del gobierno.
Y Mendoza, si bien se resiste a convertirse a una figura mediática, ha tenido que salir a defenderse, alegando que no es que él haga parte de una conspiración para derrocar al socialismo –como sostiene el gobierno en el marco de la llamada "guerra económica"–, sino que los controles de precios le impiden mantener la rentabilidad y la producción de sus plantas.
Modelo para muchos
No hay despensa en Venezuela en la que no haya un producto que diga Empresas Polar en la etiqueta: arroz, avena, margarina, té, gaseosa, golosinas, pasta, queso, vinagre, aceite, salsa de tomate, detergente, jabón, helado y sangría son algunos.
Pero son dos los productos insignes que hacen de Polar un símbolo en la cultura popular venezolana: la cerveza (de la que Venezuela es el octavo mayor consumidor del mundo) y la harina de maíz precocida (con la que se hace el desayuno de todos los venezolanos, la arepa).
Con 28 plantas, Polar supone un 3% del Producto Interno Bruto de Venezuela.
Y Mendoza, que recién cumplió 50 años, es el tercer hombre más rico del país, con una fortuna estimada en US$4.000 millones, según la revista Forbes.
Aficionado al deporte, Mendoza estudió ingeniería en Nueva York e hizo una maestría en administración de empresas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés).
Para muchos –y en parte gracias a los amplios proyectos de asistencia social de la empresa– Mendoza encarna el venezolano generoso, emprendedor y diligente que muchos aspiran ser.
No son pocos los que, por eso, lo tildan de "presidenciable".