Las ventas minoristas en Estados Unidos cayeron inesperadamente en junio debido a que los hogares redujeron las compras de automóviles y de varios otros bienes, lo que podría aumentar las preocupaciones de que la economía se esté desacelerando nuevamente.
El débil reporte de ventas minoristas del martes, junto a señales de cierta laxitud del mercado laboral, podrían reducir las expectativas de un alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal este año, que la mayoría de los economistas prevén que podría ocurrir en septiembre.
"El tono subyacente de este reporte sugiere que la recuperación está comenzando a mostrar algunas señales de tensión. Podría contener (...) cualquier consideración para un alza de tasas en septiembre", comentó el economista jefe de TD Securities en Nueva York, Millan Mulraine.
El Departamento de Comercio dijo que las ventas minoristas bajaron un 0,3 por ciento, la lectura más débil desde febrero, tras el incremento revisado a la baja de 1,0 por ciento de mayo.
Las ventas minoristas excluyendo automóviles, gasolina, materiales de construcción y servicios alimenticios cedieron un 0,1 por ciento tras un incremento de 0,7 por ciento en mayo.
Las llamadas ventas minoristas subyacentes se corresponden más de cerca con el componente de gasto del consumidor del producto interno bruto (PIB).
Los economistas estimaban que las ventas minoristas hubieran subido un 0,2 por ciento el mes pasado tras un incremento reportado previamente de 1,2 por ciento en mayo. También proyectaban que las ventas minoristas subyacentes hubieran crecido un 0,4 por ciento.
El dólar se depreció frente al yen y al euro tras la publicación del dato, mientras que los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron y las acciones operaban levemente al alza por las ganancias trimestrales de JPMorgan.
PÉRDIDA DE IMPULSO
Tras un decepcionante reporte de empleo de junio y una fuerte caída de la confianza de las pequeñas empresas, el dato de ventas minoristas sugiere que la economía podría haber perdido cierto impulso a fines del segundo trimestre tras vacilar a comienzos de año.
La economía estadounidense se contrajo un 0,2 por ciento a tasa anualizada en el primer trimestre y la baja de las ventas minoristas subyacentes podría hacer que los economistas reduzcan sus estimaciones para el crecimiento del PIB en el trimestre de abril a junio.
El panorama para el crecimiento en el segundo trimestre también fue opacado por otro reporte del Departamento de Comercio que mostró que los inventarios minoristas excluyendo automóviles subieron sólo un 0,1 por ciento en mayo.
Ese componente, que va al cálculo del PIB, subió un 0,5 por ciento en abril.
En tanto, los inventarios empresariales subieron un 0,3 por ciento, en línea con lo esperado.
"Los consumidores enfrentan dificultades este año, probablemente porque los ingresos fueron afectados por la debilidad en la industria petrolera. Las probabilidades de un endurecimiento (de la política monetaria) en septiembre acaban de disminuir un poco", dijo el economista jefe de FTN Financial en Nueva York, Chris Low.
Otro reporte del Departamento del Trabajo mostró que los precios de las importaciones bajaron un 0,1 por ciento en junio tras subir un 1,2 por ciento en mayo.
El reporte mostró además que los precios de las exportaciones bajaron un 0,2 por ciento el mes pasado tras subir un 0,6 por ciento en mayo y que retrocedieron un 5,7 por ciento en la comparación interanual.