¿Sabías que trabajando toda tu vida no vas a generar nunca los mismos ingresos que si fueras emprendedor? Esto se debe a que el mismo corporativismo limita tu crecimiento, trabajas más lento y tu sueldo está topado al puesto en el que te encuentras con muy poca flexibilidad de crecer. Esto te orilla a dos cosas: a) conformarte y estancarte b) buscar otro trabajo. La segunda opción sólo te hace pensar con la cartera y no con la cabeza. Es decir, te irás con el mejor postor en lugar de perseguir lo que más te gusta.
Si quieres trascender en tu vida y realmente crear el valor y la riqueza que te mereces, tu mejor opción es emprender; pero ese reto no es cualquier cosa. Tienes que iniciar con una empresa con base tecnológica, que resuelva un problema doloroso en el mercado y que ofrezca una solución que todos quieran. Toda compañía debe crear riqueza para sus clientes.
Antes de continuar, es muy importante describir la diferencia entre dinero y riqueza. Dinero es un simple método de intercambio por algo que queremos. Riqueza es lo que todos queremos. Antes de que existiera el dinero, el trueque de cosas que uno quería era la forma de intercambio. En la actualidad, y con tantos productos y servicios que nos resuelven la vida, es muy difícil encontrar a la persona adecuada para hacer el trueque por lo que nosotros poseemos y por lo que ellos tienen que ofrecer. Además, este producto o servicio debe ser lo suficientemente interesante para los dos como para hacer un intercambio de riqueza. Por eso usamos dinero. Listo, dinero no es lo mismo que riqueza.
La idea es hacer dinero creando riqueza y que te paguen por ello. Si quieres hacer un millón de dólares, tienes que soportar o trabajar un millón de dólares valor sacrificio. Por ejemplo, tú puedes poseer esta cantidad como lo estás haciendo actualmente (de Godínez), trabajando toda tu vida y ahorrando cada centavo que ganas hasta que te jubiles. Ahora, imagínate el dolor y estrés de trabajar durante 50 años y nunca estar contento.
En una startup o empresa con un modelo escalable se comprime tu dolor y estrés en tres o cuatro años. Durante ese tiempo vives para construir tu negocio, y si lo logras, podrás vivir como casi nadie puede. Nadie se salva del arduo trabajo necesario para lograr el éxito, pero si no te das por vencido y aguantas ese dolor potencializado y comprimido de 50 años comparado con tres o cuatro años, añadiendo un factor de suerte, lograrás tener un patrimonio con un valor de un millón de dólares o mucho más dependiendo de a dónde quieres llegar en tu vida.
Lo importante es crear riqueza en tu vida, no dinero. El dinero mueve la riqueza entre una persona y la otra. Así que, antes de brincar y ser emprendedor, entiende muy bien qué tipo de riqueza eres capaz de crear para que los que la necesitan te la puedan comprar con dinero. El contar con juventud eterna es riqueza, es algo que queremos, ¿capish?
Una compañía existe para hacer cosas que la gente quiere. Como empleado, te unes a un equipo de personas para cumplir con la misión de la empresa produciendo cosas que la gente quiere para intercambiar la riqueza creada por dinero de los clientes que quieren adquirirla. El que tú trabajes más duro no significa que te pagarán más. Tú quieres estar en una posición donde tu esfuerzo sea medible y proporcional a lo que quieres ganar.
Bueno, basta de filosofías, ahora pasemos a los cinco tips para poder quitarte el disfraz cotidiano de Godínez y puedas retomar el control de tu vida haciendo lo más te gusta a través del emprendimiento:
1. Construye buenas relaciones. No pretendas hacerlo solo. Rodéate de personas que comparten tu visión y destino. Ellas podrán ayudarte a crecer.
2. No todo es pasión, sino también compasión. Cuando tomas una decisión consciente de convertirte en emprendedor, también sabes que pasarás por varios infiernos. Más vale que lo que vayas a hacer sea algo que te encante, sino nunca podrás sobrevivir el calor y el fuego de ese infierno temporal. Vivirás ahí permanentemente.
La empatía es una pieza clave del éxito, ya que te ayudará a navegar en aguas turbulentas para crecer. Tienes que saber empatizar con tus socios, aliados, empleados, familia, pero sobre todo, con tus clientes para que compren tu producto. Si logras sentir lo que ellos sienten, el camino será mucho más fácil.
3. Recordatorio, NO lo hagas por DINERO. Emprender es una forma de vivir y de pensar, no te presiones en arrancar si no te sientes listo. Antes de brincar, conoce bien tu estilo y calidad de vida, reconoce que en realidad lo que pretendes construir cumple con tus intereses.
En una startup, no podrás pagarte más hasta no levantarla y pasar por este infierno. Para esto tienes que estar listo a sacrificar muchas cosas temporalmente, en especial tu sueldo. Así que te recomendamos que tengas un buen guardadito para sobrevivir de tus ahorros.
4. Prepárate para un buen viaje. Emprender es como una montaña rusa con muchos altibajos emocionales. El trabajo cambia día a día, los horarios también. Habrá muchas cosas fuera de tu control que necesites controlar para crecer y depende 100 por ciento de ti como sobrepasar esos retos. Siempre estarás remando contracorriente.
5. Tú sabrás cuándo. Cuando te llegue el llamado, hazlo. La mayoría de las personas tratarán de persuadirte para que no lo hagas, diciéndote que es muy difícil e imposible. Eso puede desmotivarte o hacerte sentir que no cuentas con las capacidades para realizarlo. En realidad es que como ellos no se atreven te lo dicen por envidia que brinques y tomes control de tu vida y que agregues riqueza que ellos no han alcanzado. Eso duele. Si tienes la pasión y la idea, no la archives, porque tarde o temprano te arrepentirás. Una vez que arrancas no mires para atrás y pisa el acelerador. El siguiente paso, es no darte por vencido.