Instituto de finanzas: Cómo debes enseñar a un niño a manejar el dinero

Instituto de finanzas: Cómo debes enseñar a un niño a manejar el dinero

16 mayo 2015, 00:43
Kalinkita
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 María Gracheva, director general de money.yandex

Una cuestión, que crea discusiones interminables, es los niños y el su manejo del dinero. ¿Cuándo tenemos que dar al niño derecho a tener dinero?; ¿cómo enseñarle a hacer lucro y gastarlo?; ¿cómo los padres deben enfrentarse a esta situación? "Es mejor no posponer la reflexión hasta que el niño sea mayor de edad" - recomienda María Gracheva (directora general de Яндекс.Денег, psicóloga y madre de tres hijos, de 8, 11 y 13 años). Ella se enfrenta con la educación financiera no solo en el trabajo; Un día la profesora de mi hijo menor expresó su inconformismo diciendo que el niño llevaba a la escuela dinero, y pedía que yo no le volviera a dárselo - dice María. - La salida más fácil fue decirle que sí. No obstante, esto sería injusto para con el niño, y en los siguientes minutos aclaramos qué la alteraba. Resultó que no era el dinero en sí, sino el hecho de que durante el almuerzo él también compraba pizza para sus amigos en el restaurante, y la sopa se quedaba intacta. "La pizza es solo para después de la sopa" resultó condición suficiente para que al niño le quedara la libertad de tomar decisiones y la posibilidad de compartir con sus amigos, por otro lado la administración de la escuela estaba tranquila por el cumplimiento del plan de alimentación sana.

Más consejos de Gracheva que le ayudarán a hacer que el niño "entable amistad" con el dinero.

 

Acepte el derecho del niño a gastos propios

Por mucho que eduquemos al niño, siempre necesitará de dinero. Los gastos infantiles suelen ser de tres tipos. En primer lugar, la comida en la escuela. Una comida común no incluye un panecillo de más, otro refresco y un dulce, además el segundo plato es solamente distracción. En segundo lugar, los smartphones y tabletas, que compramos a nuestros niños, ofrecen cientos de juegos, tanto gratis como de pago. Cuando se quiere alimentar a la fiera electrónica y criar a una granja, hay dos opciones: pagar con comida dibujada al Pokemón para satisfacerlo o jugar demasiado para ganar la cantidad suficiente de puntos para esto. Puedes ayudar al niño con parte del gasto para no resultar involuntariamente siendo el portador de la idea "juega por horas, pero por nada del mundo gastes 10 rublos", simplemente hay que poner fuera de peligro la tarjeta bancaria, es decir, estrictamente crear un límite para que el niño no pueda gastar más que el volumen de dinero en el bolsillo, además es mejor  asignarle una tarjeta virtual para este fin.

En tercer lugar, tenemos una tontería sin sentido. Sin embargo, comprar es un derecho sagrado. No se debe colocar al niño en una situación humillante obligándolo a mendigar a sus padres un claramente innecesario imán de tres copecs. Como cualquier mujer que tiene pequeños antojos sin sentido, en los cuales espontáneamente gasta el dinero del presupuesto familiar, así precisamente el niño  tiene el arrebato "¡quiero ese patito de hule tan bonito!".  Es mejor dar al niño tanto como te parezca necesario. Que compre él mismo, salga descalabrado comprando cosas baratas, dulces de mal sabor, gaste todo en una semana, y se dé cuenta de que de todas formas es mejor guardar algo para comprar cosas un poco más interesantes y de buena calidad. Estos errores invaluables son más útiles entre más se hagan ellos conscientes.

 

Enseñe al niño a ahorrar para un objetivo determinado

Es muy provechoso a temprana edad, aprender a ahorrar para comprar un objeto en particular. El niño tiene un objetivo, mientras ahorra, y a cada paso lo mantiene haciéndose consciente de que se acerca a él.  Es una cosa demasiado importante durante la formación de la personalidad, además hay algunos instrumentos, como el dinero, que permiten desarrollarla de forma transparente. Cuando ustedes le dicen "termina la semana sin malas notas y te compramos una bicicleta", están usando un mecanismo afín pero que de forma menos mesurada y táctil muestra resultados intermedios.

Sin embargo, para que el ahorro sea eficiente se necesita de un lugar cómodo y fuera de peligro, y pues en este punto la alcancía no es la mejor variante. Ella no resuelve la tarea elemental de entusiasmarse para acercarse al objetivo, porque no podemos saber cuánto se ha reunido.  La alcancía incita a hacerle un hueco o quebrarla y contar monedas, y adiós objetivo.

Es mejor guardar con ayuda de un instrumento que muestre el balance total y no obligue a que nuestras manos nos piquen. Los adultos por lo general usan con tal fin cuentas de ahorro, pero para los niños se necesitan, sin duda, de monederos electrónicos, cuyos saldos pueden verse fácilmente con ayuda de aplicaciones para smartphone o en mensajes de texto bancarios.  El dinero electrónico es difícil de gastar de forma repentina en la tienda de dulces o perder en la calle.

 

Enseñe al niño a "hacer dinero"

Después de poner en orden todo lo relacionado con el monedero electrónico, usted debe dar al niño el algoritmo preciso y manejable de ahorro. El niño no debe correr como loco por el patio y esperar a cuándo caerá del cielo el siguiente rublo. Él debe saber qué es lo que tiene que hacer para que ese rublo aparezca. En este momento, los padres deben discutir por cuál cosa pagarle al niño. ¿Por la limpieza?; ¿Por las buenas notas?; ¿Simplemente porque sí?

Cada familia es única, y es importante recordar que está categóricamente mal monetizar el cuidado por algo.  No está bien pagar por la actividad que, en su familia, es una preocupación normal por los demás. Si usted amistosamente friega los pisos los fines de semana para ayudar a todos, entonces el niño no debe recibir pago por eso. Si ustedes lavan lo trastos entonces también está mal pagar al niño por eso.  Pero si en la familia tiene como costumbre contratar a una mujer de servicio, entonces es muy apropiado pagar al niño por este tipo de trabajo.

Por supuesto, él cumplirá con este trabajo mal, pero ya que la calidad es baja entonces el pago también lo es. ¿El lavado del carro sale por 500 rublos en el autolavado?; ¿El niño lo lavó frente a la casa dos veces peor? Páguele 250 rublos y explíquele por qué le pagó solamente la mitad. Que aprenda a lavar como en el autolavado y la paga será la correspondiente.

Si prestamos más atención, hay un montón de cosas por las cuales pagamos a otras personas. Hay que simplemente agarrarlas y permitir al niño hacer esto en lugar de otros para que reciba por sus resultados un pago proporcional, y puede ser lo que sea desde limpiar corrales para gallinas hasta el cuidado de perros. A propósito, no vale la pena menospreciar la utilidad de los servicios del niño para los conocidos, porque, a pesar del bajo nivel profesional, él posee una diferencia clave frente a los demás, en él se puede confiar.

 

Eduque de nuevo a familiares

Los regalos para familiares también son una predecible fuente más de dinero para el niño. Seamos honestos, frecuentemente los seres queridos regalan a nuestros niños una gran cantidad de cosas innecesarias, ya que solamente algunos conocen tan bien al niño para que con sus regalos sea cumplido su sueño o sacar de él algo fantásticamente interesante. La mayoría de abuelas y tías regalan juguetes, con los que él no juega, y ropa, que no se pone. Precisamente, si hiciéramos cuentas, esta sería una gran cantidad de dinero que el niño podría gastar en algo verdaderamente anhelado. Los datos estadísticos muestran que los niños rusos gastan unos 3000 rublos al año, teniendo en cuenta la variación por regiones  ¿Compare con el costo de los regalos empolvados en el armario?

Pida a sus parientes que no den a ojo vendado regalos para su niño sino que den dinero en un sobre o carta de felicitación, lo que puede por sí mismo convertirse realmente en objetos interesantes para él.  Se tiene que recordar que el dinero regalado se transfiere al monedero de la cuenta bancaria, para que no se pierda o esté botado por doquier en la casa.

 

Esté atento pero no controle

Probablemente es muy fácil controlar el dinero guardado en el monedero electrónico. Hoy por hoy, cualquier cuenta electrónica tiene dos niveles de acceso: uno para revisar saldo y otro para hacer pagos. En el plan "de control de los padres" esto es muy cómodo y discreto.  Cuando usted abre la cuenta, junto al niño, de su monedero, usted va a saber su login y contraseña, y en el futuro podrá ver qué ocurre con ella. La autorización de pagos usted la liga al número telefónico del niño, para que reciba mensajes de texto con contraseñas para pagos y pueda gastar el dinero solamente él. Para las dos partes es cómodo, todo está a la vista, todo es transparente.

Si los ahorros del niño no están simplemente bajo los ojos de los padres, sino que están completamente bajo el control de los adultos y para recibir lo guardado se precisa de acudir a mamá, entonces el niño no se decidirá por comprar lo que es complicado de explicar con necesidad racional, usted lo forzará a  sentir incomodidad y a mentir.

Pagar con tarjeta por internet tampoco es un problema, ya que todos los monederos electrónicos pueden funcionar con tarjetas virtuales y ser ligados a AppStore, mas no a su sueldo.  El niño solamente va a administrar el dinero que usted dispuso en el monedero para él; tiene su propio login en AppStore y por sí mismo paga la comida de su Pokemón. Esta tarjeta va a tener el mismo éxito de funcionamiento para: tiendas de aplicaciones, sitios de juegos como Steam o Word of Warcraft, y redes sociales. Ustedes no tendrán que preocuparse de que a escondidas el niño compre juguetes de más, con costo de miles de rublos.

 

Discuta resultados mas no planes

Hay otra cosa muy importante: enseñar al niño a sopesar por sí mismo argumentos de compra en pro y contra.

Por lo general, cuando el niño pide a mamá permiso para comprar tonterías, y le da un no, muchas veces ella no tiene tiempo y deseo de dar explicaciones. "Ya te había comprado esa basura antes"; "se va a dañar al segundo día" o "no tenemos dinero de más"; se convierten en un lacónico "no se puede". No hay tiempo, mamá tiene pereza de dar argumentos, ella no quiere, está cansada.  Al niño se le forma la impresión de que mamá simplemente es dañina y codiciosa, y que para la próxima vez hay que pedir con más insistencia.

E inclusive si la mamá no tiene pereza, y describe detalladamente por qué no vale la pena comprar esa cosa que dentro de una semana estará dañada, al niño se le queda la sensación de que ella saca argumentos de la nada para no dar a toda costa ni un pepino. Para aprender a tomar una decisión, buena o mala, hay que cometer errores por sí mismo y luego analizarlos. Para esto el niño debe tener internamente una libertad de compra, y los padres la preparación para discutir y ayudar en el análisis de los resultados de su compra.

No hay necesidad de inventar conversaciones especiales padre-hijo; luego de hacer la compra el niño debe sin falta compartir con ustedes sus impresiones ya que ha ocurrido un acto emocional, comprar algo para sí mismo por sí mismo. Lo importante es no comenzar un diálogo con una notoria posición puritana, tratando de ser modelo de sentido común o sentimiento de superioridad; "¡Pero te hemos dicho que esta basura es china, pero no escuchas!". Hay que se conscientes juntos y aceptar como alegría el hecho de la compra, así como la decepción por la decisión incorrecta.

Hay que compartir la experiencia y las impresiones, analizar. Hablar con él, como un consumidor en paridad, simplemente que más experimentado.  No hay que ocultar ante él que usted también es una persona y a veces hace compras irracionales o infortunadas. El error no es excusa para avergonzarse y callar, al contrario es una experiencia de valor, que se debe compartir para cuidar de vicisitudes a otros.

 

¿Que acá no le falta el dinero? Pues que entonces trabaje para otros

Motivar a los niños para que ahorren, en familias acomodadas, es al mismo tiempo complicado y fácil. Es evidente que un niño así tiene casi todo, lo que se podría llamar "no soñar con nada". Es mejor motivarlo con gastos del tipo emocional, y no racional, como: comprar un regalo para el amigo, flores para su novia, llevar a amigos al cine o a la pista de patinaje. Por supuesto, los adultos siempre son infecciosos en su consumismo; mamá llega a casa con un nuevo abrigo cada semana y papá con cachivaches, es claro que al niño también le darán ganas de tener cosas interesantes.  Por otro lado, para estas familias no es tan simple ganar dinero para comprarle cosas caras, es mejor enfocarlo en las cosas más baratas y emocionales (boletos, flores), que en el antojo de un juego más a la moda, y se deba pagarle de más por el coche lavado con poca destreza.

En una familia acomodada es importante enseñar al niño a que para lo necesario se le da y para lo innecesario que trabaje por sí mismo. De otra forma, mientras crezca le será más difícil cortar el cordón umbilical financiero paternal y empezar a tomar decisiones por sí mismo.

La solución de tareas se simplifica, en familias ricas, porque hay mayor necesidad de contratar a otros para oficios diarios, significa que puede haber más chance de trabajo para el niño. Ir por una encomienda en lugar de llamar al correo, reunir información en lugar de contratar a un ayudante, son tareas fáciles que están a la altura de un joven y que le serán provechosas para formar su responsabilidad, así como fuente de dinero ganado honradamente.

 

Equilibre el ser práctico y la generosidad, la avaricia y el despilfarro

Ningún papá quiere que su niño crezca como tacaño. Pero es interesante saber que la educación de la generosidad siempre es la historia de la compra de lo efímero, de la alegría. En familias pragmáticas y sensatas, con frecuencia se crían niños muy avaros.  "Hay que educar racionalmente para que manejen el dinero con seriedad, y no con tacañería, no vaya a ser que empiece a gastar en bebida, armas o basura". Es una concepción peligrosa.  En una situación así, el niño no tiene en su mente gastar dinero para otro, simplemente para alegrarse por eso.

Ahora no estoy hablando de un escenario de caridad para salvar a alguien del hambre, muerte o ruina, esto no es generosidad del todo, ya que la conmiseración y la disposición de colocar el hombro para ayudar se desarrolla independientemente del dinero.  Hablo sobre la capacidad del hombre para ser generoso sin necesidad y causa; pagar a alguien algo emocional, en lo que él mismo con la razón se abstiene, alegrarle por su propia cuenta.

Para la educación de esta importante propiedad de la personalidad es necesaria la seguridad interna de que la alegría merece un gasto de dinero, la aptitud de sentir su valor. Hay que enseñar al niño a ser consciente de relacionar el dinero y la alegría, permitirse ver este tipo de gasto y enseñar a otros a que puedan permitirse de igual forma hacer esto.

Y no menos importante, ustedes mismos deben hacer regalos repentinos a amigos y seres queridos,  espontáneamente compartir la oportunidad de recibir nuevas impresiones, conocimientos, sensaciones, ya que ustedes son el ejemplo. Luego de ir al teatro o a un fantástico espectáculo, compren a un amigo un boleto. Compre a su amiga una inscripción  por un mes de yoga, algo que ella no se permitiría.  Regale a su sobrino un salto en paracaídas, algo que el consideraría un sueño irrealizable. Compre y regale flores, sin un motivo particular, solamente porque hay buen clima. El factor sorpresa es lo más importante, de otra forma la generosidad se desfigura y se degrada en relaciones fingidas.

Traducción Ottmar Flórez