Al inicio de esta semana el euro se encontró debilitado con respecto al dólar, registrando su nivel más bajo desde hace más de una semana. Pues, la actividad comercial seguía siendo insuficiente después de que los mercados permanecieran cerrados en EE.UU. el viernes pasado.
En particular, el euro se vio sometido a mucha presión después de que el Vicepresidente del Banco Central Europeo, Benoit Coeure, anunciara este domingo que los tipos permanecerán inalterados durante bastante tiempo para asegurar la estabilidad monetaria de la zona del euro.
El
par EUR/USD se dejó un 0,12% hasta 1,3578 frente al nivel de 1,3594
en que se situara el viernes. También,
el euro perdió posiciones con respecto al yen; el par EUR/JPY
se dejó un
0,12% hasta 138,58, apartándose de los máximos
mensuales que registrara el jueves en 139,26.
El dólar se
encontró muy estable en comparación con la semana pasada que el
nivel de desempleo de la nación descendió hasta el 6,1%, su numero
más bajo en casi seis años, porque la
economía de Estados Unidos creó 288.000 puestos de trabajo el mes
pasado, superando las expectativas que apuntaban a un aumento de
212.000.
El índice sobre el dólar, que sigue la
evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis
divisas principales, se mantuvo firme en el
nivel de 80,30.
El BCE decidió mantener todos sus tipos
inalterados en su reunión del jueves pasado,
tras rebajar los mismos hasta mínimos históricos en junio para
neutralizar la amenaza de los niveles persistentemente bajos de la
región.
Los datos de este lunes, que evidenciaban que la
producción industrial de Alemania descendió inesperadamente el
mayo, también lastraron la moneda única. Según datos publicados,
la producción industrial de Alemania disminuyó en mayo un 1,8%,
marcando la tercera bajada mensual consecutiva, lo que en torno
planteó preocupaciones sobre las
previsiones de recuperación económica de la zona del euro.
Según
otro informe, el índice Sentix sobre confianza de los inversores de
la zona del euro mejoró este mes, debido en parte a las acciones del
BCE para salvaguardar el crecimiento y combatir los bajos niveles de
inflación.